El Inventor de Juegos

El salto no fue muy bueno, apenas caí con la punta de los pies del otro lado de la línea, pero el talón, el talón rozo la zona de riesgo. Si no fuera por el charco el punto no hubiese sido valido. El charco me daba oxígeno y permisividad ante el juez que era yo…

El mal de amores del lateral derecho.

La última vez que había visto la pelota, el sol le daba pleno en el techo de la cabeza, y ahora ya le daba sombra sobre el carril derecho. Carril desolado. La redonda iba y venía por el andarivel izquierdo sin muchos ánimos de volver a caerle a él. Tanto el volante izquierdo rival como…